En Australia (Cortical Labs tiene sede en Melbourne) se ha presentado una innovación que parece extraída de la ciencia ficción: el CL1, un bioordenador que integra neuronas vivas con chips de silicio, creando un auténtico “cerebro en una caja”.

¿Qué es el CL1 y cómo funciona

El CL1 emplea un sistema de Inteligencia Biológica Sintética: neuronas humanas, cultivadas a partir de células madre, se conectan a un microprocesador de silicio que actúa como interfaz. Gracias a biOS, su sistema operativo exclusivo, estas neuronas viven en un entorno virtual simulado donde responden y modifican dinámicamente el mundo que les rodea. Pueden permanecer activas hasta seis meses, formando y reorganizando sus propias redes de conexiones.

Ventajas y eficiencia energética

A diferencia de las GPU tradicionales, el CL1 consume muy poca energía, ya que las neuronas realizan procesos de cómputo de forma natural y eficiente. Esto abre la puerta a experimentos de aprendizaje en tiempo real con un coste energético drásticamente menor.

Aplicaciones científicas y éticas

Diseñado principalmente para investigación, el CL1 permitirá:

  • Estudiar el procesamiento neuronal y mecanismos de aprendizaje sin usar animales.
  • Investigar enfermedades neurodegenerativas en un entorno controlado.
  • Probar fármacos y terapias con un modelo biológico más fiel.

En el Mobile World Congress 2025, el CEO Hon Weng Chong subrayó que, con WaaS (Wetware as a Service), investigadores de todo el mundo podrán acceder al CL1 de forma remota a través de la nube.

El futuro de la inteligencia orgánica

El CL1 marca el inicio de una nueva era donde la inteligencia orgánica complementa a la artificial. Cortical Labs planea lanzar el CL1 al mercado este año, democratizando el acceso a esta tecnología y abriendo caminos en biotecnología, IA y medicina.